Puntos Clave
• El gobierno de Trump finalizará el TPS para afganos y cameruneses en mayo y junio de 2025.
• 14,600 afganos y 7,900 cameruneses enfrentan deportación o pérdida de sus permisos laborales.
• Defensores advierten que la cancelación ignora las crisis humanitarias en Afganistán y Camerún.
El 11 de abril de 2025, la administración de Trump anunció la terminación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para miles de afganos 🇦🇫 y cameruneses 🇨🇲 que residen en los Estados Unidos. Esta decisión, que entrará en vigor en mayo para los afganos y en junio para los cameruneses, ha generado una ola de preocupación entre organizaciones defensoras de derechos humanos, expertos legales y comunidades afectadas. El anuncio no solo pone en peligro el futuro de aproximadamente 14,600 afganos y 7,900 cameruneses, sino que también refleja un cambio significativo en las políticas migratorias de la administración, priorizando el endurecimiento de medidas y la disminución de protecciones para los migrantes.
¿Qué es el Estatus de Protección Temporal y qué significa su cancelación?

El Estatus de Protección Temporal (TPS) es un programa humanitario diseñado para ofrecer protección contra la deportación y permisos de trabajo a ciudadanos de países que atraviesan crisis extraordinarias, como conflictos armados, desastres naturales o condiciones inestables. Este estatus permite a las personas vivir y trabajar en los EE. UU. mientras sus países de origen enfrentan circunstancias graves que les impiden regresar de manera segura.
Sin embargo, la administración de Trump concluyó que ya no existen las condiciones que justificaban la designación del TPS para Afganistán y Camerún. Esta decisión ha sido duramente cuestionada por defensores de derechos humanos y expertos, quienes señalan que ambos países siguen enfrentándose a crisis humanitarias severas. Afganistán aún vive bajo el dominio del régimen talibán, con violencia, represión y colapso económico continuo, mientras que Camerún sufre conflictos armados y violaciones de derechos humanos generalizadas.
La revocación del TPS en estos casos elimina la protección legal de estas personas, dejándolas vulnerables a detenciones, deportaciones y la pérdida de empleos. Los afganos y cameruneses que han establecido una vida en los EE. UU., construyendo familias, redes sociales y trayectorias profesionales, ahora se enfrentan a un futuro incierto y temen por su seguridad si son forzados a regresar.
Consecuencias sociales y humanitarias
La cancelación del TPS interrumpirá la vida de miles de personas, separará familias y despojará a las comunidades de su sentido de estabilidad y pertenencia. Para muchos afganos y cameruneses que llevan años en los EE. UU., este país ha sido su hogar, donde han contribuido a la diversidad cultural y al desarrollo económico. Deportarlos no solo representaría una pérdida para la sociedad estadounidense, sino que también los expondría a graves riesgos en sus países natales.
En Afganistán, la crisis humanitaria sigue siendo extremadamente grave: violaciones sistemáticas de derechos humanos, violencia indiscriminada y una economía colapsada definen el panorama crítico del país bajo el régimen talibán. En Camerún, los conflictos entre las regiones angloparlantes y el gobierno central, sumados a enfrentamientos con grupos armados, mantienen a miles de personas atrapadas en situaciones de inseguridad y sufrimiento. Forzar el regreso de afganos y cameruneses a estos escenarios viola los principios humanitarios que llevaron originalmente al otorgamiento del TPS.
Además, expertos y organizaciones de derechos humanos han señalado los riesgos particulares que enfrentan ciertas personas en estos grupos vulnerables, como menores no acompañados y aquellos que colaboraron con el gobierno estadounidense en Afganistán antes de la caída de Kabul en 2021. La coalición #AfghanEvac ha advertido que las personas que huyeron de la persecución y la violencia se enfrentan ahora a una nueva crisis, marcada por la incertidumbre y el miedo.
Implicaciones legales y desafíos judiciales
El fin del TPS para afganos y cameruneses tiene importantes consecuencias legales. Al ser desprovistos de su estatus temporal, los beneficiarios pierden automáticamente las protecciones contra la deportación y el permiso de trabajo, lo que aumenta el riesgo de detención y procedimientos de remoción. Sin embargo, esta decisión no ha pasado desapercibida entre los expertos legales, quienes argumentan que la administración no ha considerado debidamente las condiciones reales en Afganistán y Camerún.
En este contexto, se esperan litigios significativos para desafiar esta política. Ya existen precedentes que podrían fortalecer los argumentos de las comunidades afectadas y de los grupos defensores. Un ejemplo notable ocurrió apenas un día antes del anuncio sobre Afganistán y Camerún, cuando un juez federal ordenó detener el intento del gobierno de revocar el estatus temporal de 450,000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. En ese caso, el juez determinó que la administración había interpretado de manera incorrecta las leyes migratorias.
La validez legal de la medida sobre TPS para afganos y cameruneses podría enfrentar cuestionamientos similares. Además, la decisión subraya problemas sistémicos más amplios, como la falta de vías legales alternativas para las personas afectadas. Sin opciones claras, muchas de estas personas podrían quedar en un limbo legal, aumentando la presión sobre los servicios sociales y el sistema migratorio.
El panorama más amplio de la política migratoria de Trump
La terminación del TPS para afganos y cameruneses refleja tendencias mayores dentro de la política migratoria de la administración de Trump. Estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio para restringir las protecciones existentes, limitar las solicitudes de asilo y aumentar las deportaciones. Este enfoque ha generado críticas tanto a nivel nacional como internacional, señalando que estas políticas socavan los compromisos morales y humanitarios históricos de los EE. UU. con los refugiados y las poblaciones vulnerables.
La decisión de finiquitar el TPS envía un mensaje desalentador a los migrantes que buscan amparo en los EE. UU. La percepción de que las protecciones humanitarias son temporales y volátiles puede provocar que otros grupos en necesidad extrema se sientan desanimados y desprotegidos. Según el análisis de VisaVerge.com, estas acciones reflejan la voluntad de la administración de priorizar la aplicación estricta de las normas migratorias sobre las consideraciones humanitarias.
Respuesta de las partes interesadas
El anuncio ha provocado respuestas contundentes de diversos sectores. Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han condenado la decisión, subrayando el impacto desproporcionado sobre las familias afectadas y la falta de alternativas legales para que estas personas regularicen su situación. Las críticas también han provenido de expertos legales, quienes temen que esta medida podría aumentar el número de personas indocumentadas en el país.
Por su parte, las personas directamente afectadas viven en un estado de profunda ansiedad e incertidumbre. Familias enteras enfrentan el prospecto desgarrador de separaciones, mientras que la posibilidad de regresar a un entorno peligroso genera miedo entre quienes han construido sus vidas en los EE. UU. Algunos activistas han señalado que esta decisión refuerza inequidades y debilita los valores centrales de compasión e inclusión de la nación.
Próximos pasos y recomendaciones
Con la fecha de terminación del TPS cada vez más cerca, las acciones legales y los esfuerzos de defensa están en marcha para proteger a las comunidades afectadas. Mientras los tribunales evalúan las demandas, también se espera que los legisladores presenten propuestas para proporcionar vías alternativas de regularización. Organizaciones sociales han enfatizado la importancia de mantenerse informados sobre los recursos disponibles y buscar asesoramiento legal calificado.
Aquellos afectados por esta decisión deben mantenerse atentos a las actualizaciones y considerar consultar fuentes oficiales del gobierno, como la página del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), que detalla las políticas y requisitos relacionados con el TPS en USCIS Temporary Protected Status.
En conclusión, la decisión de terminar el Estatus de Protección Temporal para afganos y cameruneses representa un cambio crítico en la política migratoria de los EE. UU., con consecuencias humanas, legales y sociales profundamente tristes. A medida que el debate continúa, queda claro que el equilibrio entre la implementación de políticas de control y la defensa de los principios humanitarios sigue siendo un desafío central para el futuro del sistema migratorio del país.
Aprende Hoy
Estatus de Protección Temporal (TPS) → Un programa humanitario estadounidense que brinda protección contra la deportación y permisos de trabajo a migrantes de países en crisis.
Deportación → Expulsión forzada de una persona no ciudadana al país del que proviene.
Crisis humanitaria → Situación crítica que pone en peligro vidas debido a conflictos, desastres naturales o condiciones extremas.
Coalición #AfghanEvac → Grupo defensor que apoya a afganos en peligro tras huir del régimen talibán y buscan refugio seguro.
Región angloparlante → Zonas de Camerún en conflicto debido a tensiones separatistas y enfrentamientos con el gobierno.
Este Artículo en Resumen
La cancelación del TPS para afganos y cameruneses pone en riesgo a más de 22,500 personas. Críticos señalan crisis persistentes en sus países de origen. Defensores organizan litigios contra la decisión mientras afectan familias, comunidades y compromisos humanitarios de EE. UU. Se aproxima un futuro incierto, con desafíos legales y sociales.
— Por VisaVerge.com
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