Puntos Clave
• En marzo de 2025 se introdujo el Birthright Citizenship Act, limitando la ciudadanía automática a hijos de ciertos padres legalmente establecidos.
• SAVE Act exige prueba de ciudadanía, como pasaporte o certificado de nacimiento, para el registro electoral; aprobado por la Cámara.
• Restricciones a la ciudadanía por nacimiento podrían afectar la Enmienda Catorce, creando conflictos legales y exclusión social significativa.
A partir de marzo de 2025, los republicanos de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos han iniciado una campaña significativa para reformar las leyes de ciudadanía del país, lo que ha generado intensos debates a nivel nacional. Esta iniciativa incluye esfuerzos para restringir la ciudadanía por nacimiento a través de acciones legislativas y ejecutivas, así como nuevas normas que exigen pruebas de ciudadanía para el registro electoral. Estas propuestas, ubicadas en la intersección entre la reforma migratoria y la interpretación constitucional, han desatado un amplio debate político, social y legal, con posibles repercusiones que podrían cambiar profundamente la estructura de la sociedad estadounidense.
La introducción del Birthright Citizenship Act

Uno de los elementos centrales de esta discusión es el Birthright Citizenship Act, un proyecto de ley presentado por el representante Brian Babin en enero de 2025. Este proyecto pretende modificar las interpretaciones establecidas de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, alterando los criterios para otorgar automáticamente la ciudadanía estadounidense a los nacidos en el territorio nacional. De acuerdo con este proyecto de ley, solo serían ciudadanos por nacimiento los hijos de al menos uno de los padres que sea ciudadano estadounidense, residente permanente legal o inmigrante legal que sirva en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.
Esta propuesta legislativa representa un cambio drástico con respecto a la interpretación actual de la Enmienda Catorce de la Constitución de los Estados Unidos, que desde 1868 ha garantizado la ciudadanía a todas las personas nacidas en el país. El proyecto de ley coincide con una orden ejecutiva firmada por el Presidente Donald Trump en días anteriores, que busca eliminar la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados o personas con visas temporales. Tanto la orden ejecutiva como el H.R. 569 reflejan una meta compartida por los líderes conservadores de reinterpretar o impugnar la Cláusula de Ciudadanía de la Enmienda Catorce, que se basa en el principio de jus soli o “derecho del suelo”. Mientras que los defensores consideran estas medidas necesarias para prevenir abusos como el “turismo de nacimiento” y la inmigración indocumentada, los críticos sostienen que contradicen las protecciones constitucionales y socavan los valores centrales de igualdad e inclusión.
La Enmienda Catorce: Un repaso histórico
El debate sobre la ciudadanía por nacimiento ha estado presente desde la aprobación de la Enmienda Catorce, diseñada para otorgar ciudadanía a los antiguos esclavos y garantizar su plena participación en la vida cívica tras la Guerra Civil. Su declaración: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de los Estados Unidos,” se ha convertido en un pilar del sistema jurídico estadounidense, garantizando inclusión y protección por igual.
Desde su origen, la idea enfrentó oposición. En 1866, el senador Edgar Cowan expresó desacuerdo con la idea de otorgar ciudadanía a los hijos de ciertos grupos inmigrantes. Hoy, la oposición se ha transformado, centrada principalmente en la idea de que la ciudadanía por nacimiento fomenta la inmigración indocumentada y afecta la soberanía nacional. Los defensores del jus soli destacan que esta práctica refleja el compromiso de Estados Unidos con la diversidad y el trato igualitario.
De aprobarse, las restricciones a este tipo de ciudadanía implicarían un cambio fundamental, marcando la modificación más importante de las leyes de ciudadanía en 150 años.
SAVE Act y el registro electoral
Paralelamente a la propuesta de limitar la ciudadanía por nacimiento, ha surgido la Safeguard American Voter Eligibility (SAVE) Act. Este proyecto de ley, liderado por el representante Chip Roy y aprobado por la Cámara en febrero de 2025, establece que los ciudadanos deberán presentar pruebas de ciudadanía, como un certificado de nacimiento o pasaporte, para registrarse como votantes. Los partidarios del SAVE Act argumentan que estas medidas son necesarias para evitar el fraude electoral de personas que no son ciudadanos, reforzando así la confianza en las elecciones estadounidenses.
Sin embargo, los críticos consideran que el fraude electoral por parte de no ciudadanos es extremadamente raro y que las nuevas exigencias podrían excluir del proceso a votantes elegibles, especialmente a aquellos con dificultades para obtener los documentos necesarios. Entre los grupos afectados estarían personas de escasos recursos, ancianos y residentes en áreas rurales.
Aunque el SAVE Act aún enfrenta un futuro incierto en el Senado, en caso de ser aprobado probablemente enfrentará desafíos legales por parte de quienes cuestionan su compatibilidad con las protecciones constitucionales. Este intento de fortalecer los requisitos del registro electoral pone de manifiesto una parte clave de la agenda republicana: garantizar la integridad electoral.
Motivaciones detrás de estas reformas
Las medidas propuestas reflejan una estrategia política más amplia por parte de los republicanos, alineada con los objetivos de proteger la soberanía nacional, reforzar la seguridad fronteriza y reformar el sistema migratorio. Limitando la ciudadanía automática, esperan disuadir la inmigración indocumentada y resolver lo que consideran vulnerabilidades en los sistemas legales e institucionales del país. Del mismo modo, el SAVE Act responde a preocupaciones sobre la legitimidad de los procesos electorales.
También hay un trasfondo electoral en estas reformas. Endurecer las leyes de inmigración y cambiar las reglas del juego electoral ha sido una promesa recurrente en las campañas del Partido Republicano, resonando especialmente entre su base de votantes más conservadora.
Impacto legal, social y económico
La implementación de estas propuestas tendría implicaciones legales, sociales y económicas que podrían modificar considerablemente el panorama en Estados Unidos.
Desde un punto de vista legal, los intentos de eliminar la ciudadanía por nacimiento plantean serias cuestiones constitucionales. Los críticos sostienen que estas medidas violan el texto claro de la Enmienda Catorce. Algunos estados ya han presentado demandas contra la orden ejecutiva del Presidente Trump, y un juez federal ha suspendido temporalmente su aplicación. El tema seguramente llegará a la Corte Suprema, preparando el terreno para un fallo histórico.
En términos sociales, estas propuestas podrían crear una nueva clase de personas nacidas en Estados Unidos pero sin ciudadanía legal. Esto podría aumentar las divisiones raciales y étnicas, mientras debilita los principios de igualdad e inclusión. La SAVE Act, con sus exigencias de prueba de ciudadanía, también podría llevar a la exclusión de grupos vulnerables del proceso electoral.
Económicamente, las nuevas políticas podrían afectar industrias dependientes de mano de obra inmigrante, además de aumentar costos administrativos al requerir más recursos para verificar la documentación en los registros electorales.
Reflexión final
Con la introducción del Birthright Citizenship Act y la SAVE Act, junto con la orden ejecutiva del Presidente Trump, Estados Unidos enfrenta un momento crucial. Estos debates no solo definen las características futuras de las leyes de ciudadanía e integridad electoral, sino que también reflejan una lucha más amplia entre principios opuestos: inclusión versus restricción.
A medida que estas propuestas avanzan, es esencial que tanto legisladores como ciudadanos reflexionen sobre las consecuencias sociales, legales y económicas. Para una mayor comprensión sobre este debate complejo, la información disponible en USCIS ofrece recursos oficiales y detallados.
El resultado de estas discusiones, ya sea por decisiones judiciales o por adaptaciones legislativas, será significativo para el futuro de Estados Unidos. A través de análisis e investigaciones como las proporcionadas por VisaVerge.com, queda claro que estas reformas no solo afectan las políticas actuales, sino que sientan las bases para la identidad nacional en las próximas décadas.
Aprende Hoy
Ciudadanía por nacimiento → Derecho de obtener ciudadanía automáticamente al nacer en un territorio, basado en el principio de jus soli.
Enmienda Catorce → Modificación constitucional de 1868 que garantiza ciudadanía a personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos.
Birthright Citizenship Act → Proyecto de ley que busca restringir la ciudadanía por nacimiento a hijos de padres con estatus migratorio legal.
SAVE Act → Propuesta legislativa que exige pruebas de ciudadanía para registrarse como votante, enfocada en prevenir el fraude electoral.
Jus soli → Principio legal por el cual la ciudadanía se obtiene en función del lugar de nacimiento, “derecho del suelo”.
Este Artículo en Resumen
En 2025, los republicanos impulsan reformas de ciudadanía en EE. UU., desafiando el jus soli. Con el Birthright Citizenship Act y el SAVE Act, buscan restringir derechos de nacimiento y el acceso al voto. Estas propuestas generan divisiones, planteando debates legales y sociales que podrían redefinir la identidad y la inclusión estadounidenses.
— Por VisaVerge.com
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