Puntos Clave
• Las principales aerolíneas estadounidenses retiraron sus pronósticos financieros por la incertidumbre causada por la guerra comercial.
• La caída en viajes de placer y negocios afecta a pasajeros, empresas y trabajadores del sector aeronáutico.
• Aranceles altos y menos vuelos encarecen los viajes, complicando la movilidad de inmigrantes y viajeros internacionales.
Las aerolíneas de Estados Unidos 🇺🇸 están enfrentando uno de los momentos más inseguros y difíciles que se recuerda en la industria, debido principalmente al impacto que está teniendo la actual guerra comercial encabezada por el Presidente Trump. En las últimas semanas, algunas de las principales compañías aéreas han tomado medidas rara vez vistas: han decidido dejar de compartir sus pronósticos financieros para lo que resta del 2025 e incluso para el 2026. Esto está sucediendo porque la economía global se ha vuelto muy incierta, y porque no se sabe bien qué tan profunda o larga será esta nueva ola de problemas económicos desencadenados por los impuestos comerciales entre países.
Este nuevo escenario se ha comparado directamente con los efectos que trajo el 11 de septiembre de 2001, cuando la inseguridad y el miedo paralizaron los viajes aéreos a nivel global. El panorama actual, aunque de origen diferente, está generando consecuencias parecidas para las aerolíneas, los viajeros y las economías de varios países.

Por qué las aerolíneas están retirando sus pronósticos
La decisión de no presentar pronósticos financieros claros y de cancelar las metas para los próximos años ha marcado un cambio grande en la industria. Este movimiento comenzó cuando American Airlines, una de las mayores aerolíneas de Estados Unidos 🇺🇸, comunicó el jueves pasado que ya no entregará estimaciones sobre sus resultados para el año 2025. Poco antes, Southwest Airlines y Delta Air Lines habían tomado decisiones similares, explicando que el ambiente económico es tan cambiante y frágil que es imposible decir con certeza cómo estarán sus finanzas dentro de los próximos meses o el próximo año.
Southwest Airlines fue clara: el miércoles, informó oficialmente que ya no puede confirmar su pronóstico anterior de ganar 1,7 mil millones de dólares antes de intereses e impuestos en 2025 y tampoco puede confirmar la meta de alcanzar unos 3,8 mil millones en 2026. Por su parte, Alaska Air Group siguió el mismo camino y explicó que la decisión se debe a la tensión e inestabilidad que está sacudiendo la economía mundial.
A este clima tan indescifrable se sumó United Airlines, que hizo algo poco común: ofreció dos pronósticos financieros diferentes para el mismo periodo, reconociendo así que no hay ninguna seguridad sobre lo que pueda pasar con la economía durante este año. Esto muestra hasta qué punto la incertidumbre ha afectado incluso a las empresas más grandes y experimentadas del sector.
Efectos directos de la guerra comercial en la demanda de viajes
Uno de los primeros síntomas visibles de esta crisis ha sido la caída en la demanda de viajes. De acuerdo con declaraciones oficiales y reportes que han sido compartidos con los medios, las aerolíneas más grandes (American, Southwest y Delta) señalaron que la disminución de ventas, sobre todo entre quienes viajan por placer en clase económica, es una de sus mayores preocupaciones en este momento. Esta caída se está sintiendo en los vuelos dentro de Estados Unidos 🇺🇸 y también en los internacionales. El miedo a que la economía se ralentice e incluso entre en recesión, junto con el aumento en los precios por culpa de los aranceles comerciales, está haciendo que las personas piensen dos veces antes de gastar su dinero en vacaciones o viajes que no son estrictamente necesarios.
Por otro lado, el viaje de negocios también está viéndose afectado, y esto puede ser aún más grave para las aerolíneas. El movimiento de ejecutivos, empresarios y trabajadores entre diferentes países o ciudades depende mucho de las relaciones comerciales. En medio de una guerra comercial, muchas empresas han soltado el freno y han reducido estos viajes, esperando a ver si la situación mejora. Es importante recordar que los vuelos de negocios, aunque solo ocupan alrededor del 5% de los asientos totales, representan cerca del 25% de los ingresos de las aerolíneas, porque son los que más pagan por sus pasajes y servicios.
Esta doble caída del turismo y de los viajes de negocios está forzando a las aerolíneas a tomar medidas rápidas. Entre ellas destaca la reducción de la capacidad de vuelo: están ofreciendo menos asientos y programando menos vuelos para tratar de evitar mayores pérdidas. Southwest Airlines, por ejemplo, comunicó que su ingreso por asiento, que es un modo de medir cuánto pueden cobrar por cada lugar vendido, podría caer hasta un 4% este trimestre en comparación al año pasado. Esto indica que la guerra comercial está presionando las tarifas a la baja debido al menor número de pasajeros dispuestos a pagar.
Más allá de los billetes vendidos: efectos generales en la economía
Pero la crisis va muchísimo más allá de la venta de pasajes. Según los reportes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), los daños que podría causar una intensificación de la guerra comercial serían duraderos. Si la disputa entre Estados Unidos 🇺🇸 y China 🇨🇳 escala a un punto donde ambos países se imponen aranceles en todos los productos comerciados, la economía mundial podría ser hasta un 1,1% menor en el lapso de solo 12 meses. A largo plazo, golpeando varios sectores, la caída podría ser entre el 2% y el 3% del Producto Interno Bruto global comparado con un escenario sin tarifas.
Además, el sector de carga aérea tampoco escapa a la situación. La imposición de aranceles, el aumento en los controles aduaneros, y la menor cantidad de bienes circulando están fragmentando las rutas habituales de transporte, provocando demoras y, en muchos casos, encareciendo aún más el precio de los vuelos de carga. Esto no solo afecta a las propias aerolíneas y a quienes importan o exportan productos, sino que también puede causar un aumento de precios para los consumidores finales en tiendas y supermercados.
La experta Maja Marciniak, economista principal de la IATA, explicó que en este ambiente de cambios tan bruscos, muchas empresas prefieren no tomar decisiones apresuradas y adoptan una actitud de “esperar y ver qué sucede antes de actuar”. Esta pausa en inversiones y gastos genera un círculo vicioso donde la economía se desacelera todavía más.
El impacto de los aranceles y la reacción internacional
El Presidente Trump ha decidido aplicar aranceles a varios países y regiones, incluyendo un 25% sobre productos de Canadá 🇨🇦, un 25% sobre importaciones de México 🇲🇽, y un 10% para bienes traídos desde China 🇨🇳. Estas acciones han causado mucha preocupación entre diferentes sectores de la economía y podrían incluso violar acuerdos como el USMCA, que regula el comercio entre los tres países de Norteamérica.
La Unión Europea también ha anunciado que responderá con sus propios aranceles, generando el riesgo de una escalada donde cada parte sube aún más los impuestos sobre los productos del otro, lo que no solo amenaza los vuelos y negocios actuales, sino también el futuro de nuevas entregas de aviones y el crecimiento de las aerolíneas a ambos lados del Atlántico.
La posibilidad de que Europa 🇪🇺 imponga sanciones a las aeronaves estadounidenses ha puesto nerviosos a fabricantes y aerolíneas, pues esto haría más caro y complejo comprar nuevos aviones o reemplazar los viejos, lo que afecta directamente la capacidad y el servicio que pueden ofrecer a los pasajeros en el futuro cercano.
Para quienes quieran seguir revisando el impacto de estas políticas y las noticias más fieles sobre la industria aérea, pueden consultar la página de la IATA.
Cómo afecta esto a los viajeros, empresas y trabajadores de la aviación
La guerra comercial y la gran inseguridad económica están impactando a diferentes grupos:
- Pasajeros: Las personas que viajan por gusto ven cómo los precios pueden subir o bajar de forma inesperada. Además, se han vuelto más cautos a la hora de comprar boletos, temiendo perder su dinero si la situación empeora.
- Viajeros de negocios: Muchas empresas están demorando o cancelando viajes, lo que afecta a miles de empleados que dependen de estos vuelos para su trabajo diario.
- Aerolíneas: No solo están ganando menos, sino que tienen que adaptarse rápido, recortando rutas, flojas ventas, o incluso pausando inversiones importantes.
- Empleados del sector: Desde pilotos y tripulación hasta personal de tierra y mantenimiento, la falta de claridad sobre el futuro genera ansiedad y, en algunos casos, despidos temporales o reducciones de jornada.
De acuerdo con VisaVerge.com, la comparación con los efectos del 11 de septiembre es adecuada porque entonces, al igual que ahora, pasajeros y empresas paralizaron muchos de sus viajes por miedo y falta de información sobre el futuro. El efecto más inmediato es una baja importante en la movilidad de personas y bienes, en un mundo que ha llegado a depender mucho del transporte aéreo para mantener sus cadenas de suministro y su economía funcionando.
Cambios estratégicos y nuevas realidades
Para sobrevivir a esta tormenta, las aerolíneas están tomando varias decisiones difíciles. Entre ellas se incluyen:
- Reducción de vuelos: Menos rutas y menos frecuencias, sobre todo en los trayectos internacionales y en los destinos de turismo o negocios más afectados por los aranceles y la guerra comercial.
- Ajuste de precios: Repensar cómo y cuánto cobrar por los pasajes. Si la demanda sigue cayendo, puede que las promociones sean más frecuentes, pero en rutas más solicitadas los precios podrían dispararse si hay poca oferta.
- Inversiones en pausa: Muchas compañías han decidido aplazar la compra de nuevos aviones hasta que haya más claridad sobre el tipo de aviones que podrán operar, los impuestos que pagarán y la rentabilidad esperada.
- Contención de gastos: Desde congelar contrataciones hasta retrasar proyectos de modernización o expansión, todo se está revisando al detalle.
Este clima ha obligado a repensar la manera en que se hacen los pronósticos financieros. Lo que antes era casi un trámite de rutina, ahora se ha convertido en una apuesta arriesgada. La mayoría prefiere no comprometerse a cifras que el contexto podría hacer imposibles de cumplir.
Mirando al futuro: ¿cuánto puede durar esta situación?
No hay una fecha límite definida para la resolución de esta etapa de tensión mundial. Los analistas, los directivos de las aerolíneas y los economistas coinciden en que todo depende de cómo evolucionen las negociaciones entre los países afectados. Si las partes logran acuerdos que permitan rebajar o eliminar aranceles, la confianza puede volver y los pronósticos financieros podrían recuperarse. Sin embargo, si la guerra comercial se intensifica y se amplían los impuestos o las represalias, el impacto en la aviación puede profundizarse, limitando el crecimiento del sector y afectando miles de empleos y millones de viajeros.
El sector aéreo es uno de los más sensibles a la volatilidad económica y política. Cualquier crisis, como mostró la pandemia del COVID-19, puede reducir la demanda de manera rápida y mantenerla baja durante meses o años. La guerra comercial actual ha generado ese tipo de entorno, haciendo que tanto consumidores como empresas se muestren mucho más prudentes al viajar o invertir.
Conclusiones y próximos pasos
El escenario que enfrentan las aerolíneas de Estados Unidos 🇺🇸 y del mundo hoy en día es uno de los más difíciles desde el 11 de septiembre y la pandemia de COVID-19. El retiro de los pronósticos financieros es una señal clara de que el futuro inmediato está más incierto que nunca, afectado fuertemente por la guerra comercial y sus impactos.
Los efectos se sienten en la planificación, las ventas, el costo de los pasajes, la compra de aviones y, sobre todo, en la capacidad de las compañías para mantener sus operaciones y proteger los empleos. Los viajeros y las empresas deben estar atentos, ya que las condiciones pueden cambiar de forma brusca en poco tiempo.
Para quienes dependen de la migración internacional, los vuelos de trabajo o los viajes familiares, es aconsejable consultar fuentes oficiales y actualizadas como la IATA y sitios reconocidos del sector como VisaVerge.com para mantenerse informados sobre posibles cambios en las rutas, precios y condiciones de viaje.
En resumen, la guerra comercial no solo es un tema de gobiernos o grandes empresas. Sus efectos se extienden hasta cada viajero, piloto, trabajador de aeropuerto o familia que sueña con volar por negocios, por placer o por reunirse con sus seres queridos. Las aerolíneas enfrentan meses difíciles y, aunque las soluciones dependen en gran parte de acuerdos políticos, la industria seguirá buscando la forma de adaptarse para que, cuando la tormenta pase, todos podamos volver a volar con mayor tranquilidad y confianza.
Aprende Hoy
Guerra Comercial → Conflicto económico donde países aplican aranceles o trabas a productos extranjeros, afectando viajes y negocios internacionales.
Pronóstico Financiero → Estimación pública realizada por una empresa sobre sus ganancias futuras, clave para inversionistas y planeación.
Arancel → Impuesto aplicado a productos importados, que eleva los precios y modifica rutinas de comercio y viajes.
Reducción de Capacidad → Estrategia de las aerolíneas para ofrecer menos vuelos y asientos ante baja demanda, evitando pérdidas mayores.
Carga Aérea → Transporte de bienes en avión, fundamental en el comercio global, vulnerable a demoras aduaneras y nuevos aranceles.
Este Artículo en Resumen
Aerolíneas de Estados Unidos han cancelado sus pronósticos financieros debido a la guerra comercial de Trump, que causa enorme incertidumbre. La demanda de vuelos cae, afectando ingresos y operaciones. Esto complica los viajes para inmigrantes y turistas, mientras la industria aérea espera soluciones y estabilidad en el escenario global actual.
— Por VisaVerge.com
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