Puntos Clave
• El DOJ despidió a 20 jueces de inmigración en febrero de 2025, incluidos 13 aún no juramentados.
• Los tribunales de inmigración de EE.UU. manejan más de 3.7 millones de casos pendientes, con 1.5 millones de solicitudes de asilo.
• La reducción de jueces retrasa procedimientos, afecta la equidad judicial e intensifica problemas en el sistema legal de inmigración.
Reducciones en la Junta de Inmigración Confirmadas por el DOJ
En una medida controvertida y sin precedentes, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) confirmó una importante reducción del número de miembros de la junta de inmigración y jueces de inmigración a principios de 2025. En acciones iniciadas en febrero de ese año, el DOJ despidió a 20 jueces especializados en casos de inmigración, incluidos 13 individuos que aún no habían prestado juramento y cinco jueces asistentes principales de inmigración. Esta decisión forma parte de una serie de reestructuraciones dentro del sistema judicial de inmigración, implementadas en gran parte bajo la administración de Trump. Este cambio ha despertado preocupaciones generalizadas debido al impacto sobre un sistema ya sobrecargado, poniendo mayor presión en la acumulación histórica de casos pendientes.

El Contexto de los Recientes Despidos
Uno de los mayores problemas relacionados con la decisión del DOJ es su relación con el momento en que se ejecutó. A principios de 2025, se calcula que los tribunales de inmigración en los Estados Unidos manejaban más de 3.7 millones de casos pendientes. De estos, casi 1.5 millones eran solicitudes de asilo, los cuales son procedimientos altamente complejos que requieren tiempo significativo y recursos legales para ser resueltos. La acumulación de casos ha sido un problema persistente para los tribunales de inmigración y, de acuerdo con varios expertos, la eliminación reciente de jueces agravará esta problemática.
A pesar de la importancia de estos despidos, el Departamento de Justicia no ha proporcionado explicaciones claras sobre las razones detrás de estas decisiones. Tampoco ha esclarecido si estas eliminaciones de puestos serán permanentes o si existe un plan de reemplazo. Especialmente desconcertante es el hecho de que 13 de los jueces despedidos nunca llegaron a asumir sus funciones formales, lo que indica una falta de planeación o un cambio abrupto en la estrategia administrativa. Este nivel de opacidad ha planteado serias preguntas dentro de las comunidades legales y de defensores de inmigrantes, alimentando especulaciones sobre las posibles motivaciones y consecuencias de esta reestructuración.
Restructuración Bajo la Administración de Trump
Los recortes en el sistema judicial de inmigración y la eliminación de miembros de la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA) deben entenderse en el contexto más amplio de las reformas políticas realizadas bajo la administración de Trump. Estas reformas se han manifestado de múltiples formas: desde órdenes ejecutivas hasta cambios en las normativas y decisiones administrativas que afectan directamente las estructuras funcionales del DOJ.
En enero de 2025, el entonces presidente Trump firmó una orden ejecutiva que reducía las protecciones civiles para ciertos empleados federales. Esta medida facilitó, en la práctica, el despido de funcionarios gubernamentales considerados como no alineados con los objetivos de la administración. Dentro del DOJ, la orden se tradujo en despidos significativos tanto de jueces de inmigración como de altos funcionarios. Entre los afectados figuraron Mary Cheng, entonces directora interina del Departamento de Revisión Ejecutiva de Inmigración (EOIR, por sus siglas en inglés), y Sheila McNulty, jueza principal de inmigración. Estas destituciones simbolizan un esfuerzo por realinear las funciones judiciales con la agenda política de la administración, específicamente en relación con la deportación y la aplicación estricta de las leyes de inmigración.
Aunque el gobierno ha justificado repetidamente estas acciones como un intento de mejorar la eficiencia, las críticas se centran en su impacto práctico. Reducir el personal de los juzgados mientras se gestiona un retraso histórico parece una estrategia contradictoria. Esto plantea dudas sobre la viabilidad de cumplir con los objetivos que la administración estableció en materia de inmigración.
Impactos de los Recortes en el Retraso Judicial
Las reducciones en el número de jueces de inmigración presentan obstáculos evidentes para un sistema judicial ya tensionado. Antes de los despidos, cada juez manejaba, en promedio, entre 500 y 700 casos por año. Dado que se han eliminado 20 jueces sin planes inmediatos de reemplazo, la carga de trabajo per cápita de los jueces restantes probablemente se intensificará de manera dramática. Esto genera el riesgo de que los procedimientos judiciales de inmigración enfrenten aún más retrasos, afectando de manera desproporcionada a las personas que solicitan asilo, enfrentan deportación o buscan resolver apelaciones.
Además, estos recortes van en contra del objetivo de la administración de aplicar políticas de deportación de manera más rápida y eficiente. Un tribunal sin suficientes jueces no puede gestionar adecuadamente la enorme cantidad de nuevos casos que ingresan al sistema cada año. La ausencia de soluciones inmediatas para el reemplazo del personal solo profundiza el problema de los retrasos prolongados y sus efectos en la resolución de los casos pendientes.
Por otra parte, existe una preocupación significativa sobre la equidad en los juicios debido a la presión que los recortes ejercen sobre los jueces restantes. Según grupos de abogados y organizaciones defensoras de inmigración, la sobrecarga de trabajo podría llevar a audiencias apresuradas y decisiones judiciales comprometidas, debilitando el derecho a un proceso justo para los inmigrantes. Este tipo de ambiente puede erosionar la confianza pública en el sistema judicial y socavar la percepción de imparcialidad en los procedimientos de inmigración.
Reacciones de Grupos y Defensores
Los despidos han provocado duras críticas, especialmente dentro de los círculos legales y las organizaciones de apoyo a los jueces de inmigración. Matthew Biggs, presidente de la Federación Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos (IFPTE), expresó su desaprobación calificando los despidos como inhumanos. “Tratan a estas personas como si no fueran seres humanos”, dijo. Estas declaraciones ponen de relieve no solo el impacto emocional sobre los jueces afectados, sino también las mayores implicaciones operativas para el sistema judicial.
La Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) también ha manifestado fuertes preocupaciones sobre cómo estos recortes podrían llevar a una pérdida de equidad en las cortes de inmigración. Según representantes de la AILA, retrasos más prolongados y decisiones judiciales bajo presión podrían afectar gravemente la posibilidad de llevar casos legales sólidos en futuras apelaciones. Además, advierten sobre un panorama donde las decisiones judiciales terminen siendo objeto de un crecimiento en las disputas legales y los litigios.
Por su parte, las organizaciones que representan directamente a las comunidades inmigrantes han alertado sobre los riesgos adicionales que estos recortes pueden significar para personas vulnerables. Las familias inmigrantes que ya enfrentan barreras como el idioma, la falta de recursos económicos y la incertidumbre legal ahora se ven sometidas a tiempos de espera aún más largos, dejando sus vidas en el limbo.
Implicaciones a Largo Plazo
Las voces expertas dentro del ámbito jurídico coinciden en advertir que las recientes acciones del DOJ tendrán consecuencias de largo alcance. Greg Chen, director principal de relaciones gubernamentales en AILA, destacó que reducir la capacidad judicial en un sistema con retrasos masivos no mejora la eficiencia. Por el contrario, Chen advirtió que las decisiones como estas solo profundizarán los problemas estructurales y limitarán el acceso al debido proceso necesario para los inmigrantes.
Además, algunos analistas legales apuntan hacia una creciente politización del sistema judicial de inmigración, un fenómeno que, según muchos, amenaza la integridad institucional. Estas medidas envían el mensaje de que los cambios estructurales pueden determinarse fácilmente con base en ideologías o intereses políticos temporales, en lugar de un enfoque basado en necesidades objetivas.
A nivel sistémico, la destitución masiva de jueces especializados podría sentar un precedente preocupante para otros organismos gubernamentales. Socavar intencionalmente las capacidades fundamentales de entidades públicas críticas podría comprometer el funcionamiento efectivo de toda una rama judicial en el futuro.
Conclusión
La decisión del DOJ de despedir a 20 jueces de inmigración y reducir los miembros clave de la Junta de Inmigración marca un momento crítico para la política migratoria de los Estados Unidos 🇺🇸. Aunque presentada como un intento de mejorar la eficiencia judicial, esta medida plantea preocupaciones sobre el predecible empeoramiento de los retrasos masivos y su impacto en el debido proceso. Los millones de casos pendientes requieren una estructura judicial robusta y bien equipada con personal, no recortes que amenacen con paralizar aún más el sistema.
Según el análisis de VisaVerge.com, estos eventos subrayan la importancia de preservar la imparcialidad y competencia del sistema judicial de inmigración como elemento clave en un país que se define en gran parte por la relación con sus comunidades migrantes. El siguiente paso debe centrarse en reconstruir la confianza pública, garantizar recursos apropiados y evitar que decisiones políticas comprometan el propósito fundamental de la justicia. Para quienes buscan más detalles sobre el sistema de tribunales de inmigración, pueden consultar información oficial directamente en el sitio del EOIR.
Aprende Hoy
DOJ → Departamento de Justicia de los Estados Unidos, responsable de administrar los sistemas judiciales, incluyendo los tribunales de inmigración.
Jueces de Inmigración → Funcionarios judiciales especializados en casos de inmigración como asilo, deportación y apelaciones legales.
Casos de Asilo → Solicitudes legales donde individuos buscan protección contra persecución en sus países de origen.
Atraso Judicial → Acumulación de casos que excede la capacidad de los tribunales para resolverlos oportunamente.
EOIR → Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración, supervisa procedimientos judiciales relacionados con inmigración bajo el DOJ.
Este Artículo en Resumen
En febrero de 2025, el DOJ despidió a 20 jueces de inmigración, agravando retrasos en tribunales con 3.7 millones de casos pendientes. Expertos advierten mayores demoras, implicaciones negativas en derechos de inmigrantes y pérdida de confianza en la imparcialidad judicial. Esto subraya la urgencia de soluciones claras y transparentes.
— Por VisaVerge.com
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